viernes, 3 de agosto de 2007

Bruselas quiere permitir de nuevo la entrada libre de textil chino en 2008

La Comisión Europea apuesta por no crear nuevas barreras cuando expire el acuerdo firmado con China en agosto de 2005. Los expertos discrepan sobre una posible nueva avalancha de productos como se produjo hace dos años.

No habrá más barreras a la entrada de productos textiles chinos en la Unión Europea. El Ejecutivo comunitario y el Gobierno chino han acordado respetar finalmente el acuerdo firmado en 2005 para limitar las importaciones desde China durante tres años y atemperar así el efecto de la liberalización mundial a partir del 1 de enero de ese año.

Fuentes oficiales del Gobierno comunista han confirmado que Europa se ha comprometido a no establecer nuevas cuotas cuando finalicen las actuales, en diciembre de este año. Estos límites, acordados el 10 de junio de 2005 entre Bruselas y Pekín, quedaron obsoletos sólo dos meses después, lo que provocó que más de 80 millones de prendas textiles procedentes de China quedasen bloqueadas en varios puertos. En ese momento, se pactó una solución salomónica: elevar en 40 millones de prendas el límite fijado para 2005 y deducir el resto de las cuotas para 2006.

Desde entonces, no se ha vuelto a producir una avalancha similar de productos chinos, debido a una mejor planificación por parte de los importadores europeos y de los fabricantes asiáticos.Aún así, los expertos discrepan sobre la posibilidad de que se repita un escenario similar, que llevaría al sector a elevar sus quejas de nuevo ante la Comisión.

Sin embargo, la capacidad de maniobra de Bruselas es limitada. Europa no puede imponer nuevas medidas a largo plazo para limitar las importaciones (denominadas cláusulas de salvaguarda), ya que la Organización Mundial del Comercio (OMC) no permite que duren más de cuatro años. Sólo podría extender las actuales hasta diciembre de 2008, pero sólo en el caso de que se produzca una perturbación del mercado como la de 2005, con tasas de crecimiento de las importaciones de hasta el 150% y si China da su visto bueno. La OMC no permitiría otros límites, como elevar los aranceles, hasta que pasen otros tres años.

En su última visita a Pekín, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, se comprometió a mantener la concesión automática de licencias a los importadores chinos y mostró su confianza en la buena relación con las autoridades chinas para “discutir cualquier acción que necesitemos tomar para asegurar la armónica transición del acuerdo de 2005 al comercio normal”.

Convergencia en precios
Al margen de las cuestiones comerciales, Mandelson encargó recientemente un informe a un grupo de expertos para evaluar el efecto de la liberalización del comercio textil, que concluye que se ha producido una convergencia entre los precios en el conjunto de la UE, con descensos medios del 3% (que llegan hasta el 7% para camisetas y zapatillas). El documento reclama una mayor liberalización porque “los cambios en los precios del textil están íntimamente vinculados al grado de liberalización y de competencia en el sector”.

Por otra parte, fuentes del sector apuntan que el coste del textil chino se ha incrementado casi un 10% desde 2005, lo que reduciría su atractivo y ahuyentaría el fantasma de otra avalancha textil.

Ricardo T. Lucas
Expansion

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