Una operación de la Guardia Civil llevada a cabo en diferentes localidades de Navarra contra la explotación laboral ha conseguido "liberar de un régimen de esclavitud encubierta" a 91 obreros, detener a 17 patronos e imputar a seis empresarios. Se trata de la operación "Lusa", en la que la benemérita trabajaba desde hace meses gracias a la colaboración ciudadana y como consecuencia de operaciones anteriores sobre el mismo asunto, y que fue presentada hoy por el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, como "la mayor actuación policial desarrollada en Navarra contra la explotación laboral".Relató que, según las investigaciones, los 17 detenidos (13 de ellos lusos) eran patronos que captaban a los trabajadores fundamentalmente en estaciones de transporte público y albergues portugueses de Lisboa y Oporto, y que también se apoderaban del salario de los explotados.
Esto lo hacían bien acompañando a los trabajadores para que éstos sacaran en su presencia el dinero, que ellos se quedaban en su totalidad, o bien obligando a los trabajadores a firmar en el reverso de los cheques, autorizando al patrón a retirar su importe de la entidad bancaria correspondiente. En cuanto a los imputados, son siete empresarios (uno de ellos también detenido) de quienes Ripa evitó dar más datos "en esta fase procesal", ya que ahora deberá comprobarse si estaban al tanto de que el dinero que pagaban no llegaba en su totalidad a los trabajadores. En todo caso, Ripa dijo que la imputación se debe a que "en algunos casos las propias sociedades han ingresado en la cuenta bancaria del patrón o empleador-intermediario el dinero generado en sueldos por los trabajadores, lo cual acredita la colaboración indubitada del empresario, un hecho del que se tenían abundantes indicios pero nunca pruebas fehacientes como en este caso". En cuanto a los 91 trabajadores, todos ellos portugueses salvo 8 españoles, dos angoleños, un mozambiqueño y un polaco, se trata de "personas con un profundo desarraigo social y una cultura ínfima". Además de no recibir la mayor parte de sus sueldos, estas personas "vivían en unas condiciones penosas, de hecho, debían realizar sus necesidades en la vía pública por carecer de aseo la residencia facilitada por los patronos", quienes les mantenían "en condiciones de semi-indigencia". Explicó el delegado que, aun cuando el empresario final pagaba 6 euros por hora trabajada (9 diarias, con un intermedio de una para comer, de lunes a sábado), el patrón o intermediario sólo dejaba a los trabajadores con entre 10 y 15 euros a la semana, más el alojamiento, la comida y también un cartón de tabaco. Esto supone que el patrón se quedaba con más de 300 euros a la semana por trabajador explotado, que además carecía de contratos y de Seguridad Social. Por su parte, el coronel jefe de la Novena Zona de la Guardia Civil, Luis Iglesias, destacó que ésta ha sido una "operación complicada en cuanto a la obtención de pruebas e indicios para llegar al empresario", dificultad incrementada por las características de los explotados, habitualmente "reacios a nuestra intervención, incluso hay alguno que se considera hasta protegido".
http://actualidad.terra.es/sucesos/articulo/detenidas_navarra_explotar_trabajadores_1455693.htm
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