Zaragoza, 13 de marzo de 2007/. Los precios subieron en Aragón un 0,3% durante el mes de febrero, dos décimas por encima de la media española situando a nuestra comunidad autónoma como la más inflacionista de todo el Estado. Con este dato la inflación interanual alcanza el 2,9%, medio punto por encima de la media española y ocho décimas superior a la de los países de la Unión Europea (2,1%).
Por sectores, los precios bajaron ligeramente en comunicaciones, vestido y calzado, descensos que se vieron ampliamente superados por el notable incremento registrado en el grupo de medicina (0,5%), transporte (0,5%) y hoteles, cafés, restaurantes y otros (1,5%). Por provincias, Huesca registró un incremento de los precios del 0,2%, mientras que Zaragoza y Teruel tuvieron un peor comportamiento con un incremento del 0,3%.
A pesar de que los precios del crudo han ralentizado su crecimiento desde mediados del año pasado, sectores como el transporte o la calefacción de viviendas llevan acumulado un incremento interanual del 5,8% y 10,2% respectivamente. Otro dato ilustrativo de cómo están influyendo los precios energéticos en el IPC es la evolución de la inflación subyacente del último año, un indicador que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados y que aumenta en un 0,2% situándose en el 2,8% para España y el 2,9% para Aragón, un índice alejado de las previsiones oficiales del Gobierno.
La evolución de la inflación subyacente tanto en Aragón como España sigue siendo negativa por tercer año consecutivo y muestra la falta de compromiso empresarial con los intereses generales, a pesar del comportamiento moderado mostrado por los salarios en los últimos años con aumentos que no han agotado los crecimientos de productividad. El crecimiento de los salarios en lo que va de año tampoco implica una presión adicional sobre los precios, al estar creciendo a un ritmo similar al que lo esta haciendo la inflación subyacente.
La evolución de la inflación en Aragón en los últimos años muestra la falta de cultura sobre estabilidad de precios existente en los agentes económicos. Una falta de cultura que no ayuda a crear la apatía del Gobierno en esta materia, al no ampliar la liberalización en determinados sectores y no penalizar a los agentes causantes de los actuales problemas. Asimismo, el Gobierno tampoco ha ayudado a mejorar los precios al realizar una previsión inicial de inflación absolutamente increíble, lo que ha repercutido en la generación de mayor incertidumbre en la negociación colectiva y la posterior fijación de los precios.
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