sábado, 8 de diciembre de 2007

Es la independencia sindical, estúpidos

07-12-2007 - He dudado un poco, pero al final he pensado que era un buen momento para sacar la reflexión. Tanto comportamiento políticamente correcto nos puede acabar provocando una úlcera de estómago o un infarto de corazón.

De un tiempo a esta parte me he visto emplazado a dar explicaciones sobre el porqué de las decisiones de CCOO ante las imputaciones de seguidismo de determinado partido político. Hasta aquí nada de nuevo, porque así ha sido a lo largo de nuestra historia. Lo más nuevo y curioso es que en menos de quince días hemos recibido acusaciones de estar conchabados con el PP, con IC y con el PSC. Que criticamos algunas políticas del Gobierno español, es que estamos al servicio del PP. Que defendemos el mantenimiento del alquiler forzoso o expresamos el desacuerdo con la reforma del impuesto de sucesiones o donaciones presentado por el Gobierno catalán, es que estamos al servicio de ICV-EUiA o ellos al de CCOO. Que decidimos no convocar a la manifestación del 1-D con argumentos conocidos, es porque seguimos instrucciones del PSC.

Y como si Eugenio - el humorista - hubiera resucitado va uno y escribe: sabéis aquél que dice que CCOO no fue a la mani del 1-D porque sigue los dictados de la "cúpula española" de CCOO. Éste sí que es bueno, qué hartón de reír se habrán dado algunos.

Parece como si determinada gente no pudiera entender que haya organizaciones que piensen con su cabeza y actúen con su responsabilidad, cuando ellos creen que lo acertamos o cuando ellos creen que nos equivocamos. Quizás en este caso sirva aquello de "cree el ladrón que todos son de su condición". Pensándolo bien es normal que alguna organización que se presenta como sindicato y que todos sus delegados caben en un autobús de doble piso - literalmente hablando - diga que nuestro comportamiento es por las subvenciones que recibimos. Tendría gracia si no fuera porque son una organización que desde su nacimiento se alimenta de las subvenciones del poder público prácticamente en exclusiva, primero de CiU y después de un trozo del tripartito.

Y algunos medios de comunicación también la dicen grande, incluso en los editoriales. Ver monárquicos donjuanitas criticando a CCOO porque no defendemos lo suficiente a los trabajadores catalanes tiene su gracia. Y ver otros medios que llevan desde su nacimiento con respiración asistida de los presupuestos públicos y que han sobrevivido gracias a la vista gorda del gobierno español en forma de millones de euros tampoco no tiene desperdicio.

Bien, nosotros a la nuestra, pero he pensado que la buena gente de CCOO se merece que alguien diga las cosas por su nombre. Si algo nos ha hecho fuertes a lo largo de nuestra historia ha sido confiar en nuestras propias fuerzas exclusivamente, sin tener que depender de ningún "primo de zumosol".

Y por eso cuando cometemos errores - que no es infrecuente - no nos sabe tan mal, para que son errores nuestros y eso significa que si no nos enrocamos los podemos reconducir. La independencia sindical tiene muchas ventajas y tiene un pequeño inconveniente, nadie te considera de los suyos, sobre todo si no haces lo que ellos creen que tienes que hacer. Sólo así se explican estas cosas.

El pasado martes, en el acto de presentación del libro "Solé Barbera, la voz del PSUC" de Andreu Mayayo, un periodista amigo, de los de la generación de "política es pedagogía" me preguntó si aguantaríamos tanta presión. Mi respuesta fue que mientras los trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo nos continúen dando su representatividad y nos legitimen evidentemente aguantaríamos.

Ah, que quede claro que el título de este comentario no pretende ser ofensivo para nadie. Es sólo la famosa frase de Clinton - el esposo de la actual candidata demócrata a la Presidencia de los EE.UU. - en su primera campaña electoral, ya hace unos cuantos años, y que ha sido una de las expresiones de impacto comunicativo más brillantes de la historia. Sobre todo porque permite recordar que hay cosas tan evidentes que sólo abriendo los ojos se pueden ver. Y que quede claro, todo lo que he escrito es "sin acrituz", con Z de González, que lleva dos.

Joan Coscubiela Conesa
Secretario general de CCOO de Catalunya
Traducido del original en catalán por la redacción de Comfia.info

No hay comentarios: