viernes, 5 de octubre de 2007

Fidalgo y Méndez replican a CEOE que las empresas tienen la última palabra en la prevención laboral

Cifran en un 4% del PIB el coste global de la siniestralidad, más del doble del superávit público previsto para este año

05-10-2007 - Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, afirmaron hoy que los empresarios son los que tienen la "última palabra" en la organización del trabajo y, por tanto, en la incorporación a la misma de la prevención de riesgos laborales.

De esta forma, los líderes sindicales daban la réplica a las declaraciones efectuadas por el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que ayer, en el mismo foro -unas jornadas sobre siniestralidad laboral organizadas por el Consejo General del Poder Judicial y 'La Caixa'-, reclamaba sanciones para los trabajadores que incumplan las normas de prevención de riesgos laborales y aseguraba que sólo la mitad de los accidentes mortales recogidos en las estadísticas oficiales son en realidad siniestros de carácter laboral.

Méndez, que precedió a Fidalgo en el uso de la palabra, recordó a la CEOE que la organización del trabajo es un ámbito "totalmente ejercido" por los empresarios, que "ni comparten ni delegan" esta función. Así, advirtió de que si las empresas no incorporan la prevención de riesgos laborales en la organización del trabajo, desde el principio existe un "déficit y un handicap" que debe combatirse.

En la misma línea se expresó José María Fidalgo, que recordó que los empresarios tienen otras obligaciones además de las económicas y que hay una limitación a la autonomía de las personas dentro de la empresa "que no se da en la calle".

En este sentido, y también en respuesta a Díaz Ferrán, ambos dirigentes sindicales pidieron que no se confundan los accidentes de tráfico con accidentes laborales, una equiparación que, para Méndez, supone un "error de bulto"."Los accidentes de tráfico están protagonizados por ciudadanos que están ejerciendo plenamente su autonomía personal, autonomía que no tienen en la empresa, donde hay una subordinación al empresario a través del contrato laboral", precisó el secretario general de UGT.

Méndez dijo además que, aunque la Ley de Prevención de Riesgos Laborales lleva más de una década en vigor, la cultura preventiva aún no se han instalado en las empresas, que siguen viendo la prevención de riesgos laborales como un "coste añadido y colateral".

Pese a todo, tanto Fidalgo como Méndez agradecieron al presidente de la patronal española que decidiera intervenir ayer en estas jornadas sobre siniestralidad, pues es un tema en el que la presencia de la CEOE no es habitual. Además, el secretario general de CC.OO. alabó que Díaz Ferrán fuera "franco" en sus opiniones, pese a lo "controvertido" de las mismas.

UN COSTE MUY ELEVADO.
Los dirigentes sindicales advirtieron del alto coste, no sólo en vidas humanas, que tienen los accidentes laborales. Según cálculos ofrecidos por Méndez en su intervención, la siniestralidad tiene un coste aproximado del 1,57% del PIB en horas de trabajo y atención sanitaria.

Si a ello se le suma su impacto sobre las jubilaciones anticipadas, sobre la competitividad empresarial, el empobrecimiento de los hogares y el índice de absentismo laboral, su coste se eleva al 4% del PIB, cifra tres veces superior al superávit público previsto para este año (alrededor del 1,8% del PIB).

Por su parte, Fidalgo denunció que los índices de mortalidad en el trabajo son en España un 30% superiores a los de la UE-15 y que cada año aparecen 80.000 nuevos casos de enfermedades profesionales, de las que 16.000 resultan mortales y tienen su origen en tumores o problemas respiratorios contraídos en el puesto de trabajo.

Estas muertes, criticó, permanecen "casi invisibles", pues muchas no son reconocidas como enfermedades profesionales, y todo ello pese a la nueva normativa que mejora la notificación y registro de las enfermedades laborales.

Los sindicatos han pedido a la Administración que revise el sistema ante el descenso en un 46% de las enfermedades profesionales que se declaran, algo que no se esperaba que sucediera con la aplicación del nuevo modelo. Según Méndez, se han atendido las peticiones sindicales y van a revisarse los métodos de reconocimiento de las enfermedades profesionales por parte de las mutuas.VIGILAR EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY.

Aunque el marco legal en prevención de riesgos laborales es "formidable", resulta "complejo y disperso" y adolece de una visión global, de políticas que lo ejecuten y de una vigilancia en su cumplimiento.

En este sentido, Fidalgo reclamó a las Administraciones su implicación en el control del cumplimiento de la ley y en la aplicación de la estrategia española de seguridad y salud laboral que el Gobierno ha pactado con los agentes sociales para los próximos años.

"Hay que aplicarse en los objetivos, porque ni el conocimiento ni el arsenal sindical es suficiente para ello. El sindicato no es un cuerpo de policías laborales, y estamos en un país donde la policía está en los despachos y los subcontratados nos vigilan el coche", subrayó el líder de CC.OO., que pidió también que la siniestralidad laboral sea un tema de primer orden en la agenda pública y no sólo una materia que aparece en ella de cuando en cuando.

Los dirigentes sindicales, que rechazaron transferir a las comunidades autónomas la Inspección de Trabajo, señalaron que si todas las medidas contenidas en la estrategia de seguridad laboral se complementan adecuadamente con la acción de la Justicia, los avances socioeconómicos logrados en la última década "dejarán por fin su huella en los accidentes laborales".

Europa Press

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